martes, 15 de octubre de 2013

Lectura 14

Ensayo de “The excitement of Clinical Microbiology”,  2013, Schaechter Elio, Feature Article, Vol. 8, No. 1, pp. 11-14.

Georgina Corona Rodríguez

Una de las grandes brechas en la microbiología es la microbiología clínica, ignorada por la academia de investigadores microbiológicos, en parte, quizá, porque la actividad de diagnóstico es hecha en lugares como hospitales y laboratorios comerciales.

Esa brecha deja de lado las raíces históricas de la microbiología. Hubo una enorme prisa para desarrollar métodos para determinar los agentes responsables de pacientes enfermos, los materiales de laboratorio fueron designados a favor del crecimiento de ciertos organismos y revelaban sus distinguibles propiedades con pruebas serológicas desarrolladas. En esos días no había distinción entre diagnóstico y microbiología básica, sin embargo los investigadores básicos divergieron más y más de diagnósticos microbiológicos.

Además de diagnosticar infecciones causadas por patógenos, los microbiólogos clínicos descubren nuevos patógenos, que pueden actuar como posibles causantes de epidemias. Proporcionan información estadística y clínica sobre los agentes patógenos, y desarrollan herramientas para el diagnóstico.

Se necesita de mucha experiencia para hacer las cosas bien, los técnicos de laboratorio se considera capacitado hasta que tenga más de tres años de práctica. Puede que en el estudio una bacteria sea relevante para el diagnóstico o quizá son contaminantes, la evaluación de ello es raramente fácil. También es difícil distinguir los patógenos potenciales a partir de la flora normal. El conjunto de habilidades esenciales serían difícil de duplicar con máquinas. Es increíble la cantidad de información  obtenida de procedimientos simples combinados con una observación aguda, que puede ser de gran valor.

La gente de los laboratorios siente que a pesar que existen avances tecnológicos orientados hacia el aumento de la velocidad de diagnósticos, el talento humano seguirá siendo requerido.

La biología es una ciencia que se aplica a muchos ámbitos profesionales, la microbiología clínica da fe de ello, y que sea la microbiología una aplicación de la microbiología no le debería quitar autenticidad científica, pues se lleva toda una serie de técnicas, se desarrollan herramientas y se genera información; muy útil, y aunque el desarrollo de la tecnología siempre es constante, los clínicos microbiológicos no dejarán de ser indispensables. 

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