BIOLOGÍA DE
PROCARIONTES 5013
PROFESORA:
VALERIA SOUZA SALDÍVAR
ALUMNO: MURO
GONZÁLEZ DANIEL BRANDON
HABITABILIDAD
MICROBIANA EN MUNDOS CONGELADOS
Se cree que la vida en la Tierra surgió a partir de una afortunada serie
de reacciones químicas, dando a luz a microorganismos de estructuras simples que
fueron evolucionando con el tiempo. Los principales elementos que componen la
vida son el Carbono, Hidrógeno, Oxígeno, Nitrógeno, Fósforo y Azufre, y para
que estos pudieran reaccionar y formar compuestos orgánicos, se necesitó de un
medio acuoso, como el agua de los océanos, que actuara como disolvente entre
las moléculas. También fue indispensable una fuente de energía que permitiera intercambios
entre gradientes energéticos para que naciera el potencial metabólico. Esta
parece ser la receta básica para la vida: Agua, ciertos elementos químicos y energía.
Lo cual hace que nos planteemos la siguiente interrogante: Si los ingredientes para
la vida son tan abundantes en el universo, ¿La vida podría ser universal? Esta
cuestión ha mantenido a cientos de científicos ocupados en una insaciable búsqueda
por encontrar rastros de vida más allá de nuestro planeta. A medida que avanza
la tecnología, se tienen cada vez mejores técnicas y herramientas para saber
qué planetas podrían albergar vida. Sin duda alguna, las siguientes décadas
serán sumamente emocionantes para la búsqueda de vida en el universo.
Además de las tres primeras condiciones que deben existir para que se
origine la vida, también se deben considerar otros factores importantes, como
el dinamismo del agua, temperatura, radiación, pH, salinidad y la estabilidad
temporal del clima. También debe existir un desequilibrio energético en el
ambiente para que se den reacciones catalizadoras, y disponibilidad de energía
libre para que el metabolismo, reparación, crecimiento y reproducción puedan
ocurrir. La NASA sigue estas pistas para determinar si un planeta puede ser
habitable o no.
Dentro de los principales candidatos que podrían albergar vida en
nuestro sistema solar se encuentran varias lunas de Júpiter y Saturno, como
Europa, Ganímedes y Encélado. Si bien estas lunas están totalmente cubiertas de
hielo, se cree que poseen grandes océanos bajo sus superficies que podrían
contener mucho más volumen de agua líquida que la Tierra. Europa es quizá la
que posee el mayor potencial para albergar vida, ya que contiene un lecho
marino que podría proveer de energía y elementos necesarios para el metabolismo
microbiano.
Europa tiene casi la misma edad que la Tierra y se cree que ha
conservado su océano a lo largo de todo
este tiempo. La capa de hielo superficial tiene entre 5 y 15 kilómetros de
grosor, y la temperatura del agua bajo su superficie podría llegar a alcanzar
los -20 °C o incluso estar más cerca del punto de fusión con la presencia de
ciertas sales. La presión, a pesar de ser un océano de 100km de profundidad, no
es tan grande debido a que sólo posee un séptimo de la gravedad posee tiene la
tierra.
El espectro de mapeo infrarrojo del satélite Galileo lanzado hacia Júpiter en 1989 detectó moléculas
de sulfato hidratado que constituyen hasta el 90% de la cantidad de moléculas
que abundan en ciertas regiones de la superficie de Europa. Posee dióxido de azufre y un
ciclo del azufre que lo hace aún mejor candidato para albergar vida, debido a
que los compuestos oxidados de azufre son elementos esenciales para el
metabolismo celular. La unión entre los oxidantes de su superficie con el lecho hidrotermal
reductor podría ser la clave para su habitabilidad. En base a la escasez de
cráteres de meteoritos en su capa de hielo, se le puede considerar como
geológicamente joven, haciendo razonable el intercambio de compuestos entre la
capa de hielo y el océano. Cuando Europa era joven, los fluidos hidrotermales
liberaban compuestos químicos orgánicos cargados de energía como los
encontrados en algunos ecosistemas microbacterianos de la Tierra que reducen el
azufre. Estas reacciones pudieron haber sido capaces de producir miles de
millones de toneladas de biomasa a lo largo de toda su historia.
También se sabe que en la Tierra existen microorganismos capaces de
sobrevivir a ambientes parecidos a los de Europa, como en el caso de las
bacterias que habitan en lagos atrapados bajo varios kilómetros de hielo en la Antártida,
que llevan aisladas de la superficie millones de años y continúan alimentándose
de los nutrientes de las rocas del fondo, en lugares en donde antes se creía
imposible que pudiera existir vida.
Actualmente la Nasa está contemplando la planeación de algunas
misiones a Europa y en las próximas décadas se podrían mandar robots a
investigar más acerca de la composición de la superficie y las condiciones de
su océano. El descubrimiento de vida fuera de la Tierra causaría un gran
impacto en la ciencia y la sociedad, nos
daría una visión más amplia sobre los mecanismos de interacción de los
microorganismos con el entorno y podría ayudar a comprender mejor el origen de
la vida en nuestro planeta. Dentro de la sociedad, así como la teoría
heliocéntrica destronó a la Tierra como el centro del universo, el
descubrimiento de vida fuera de la Tierra nos haría reflexionar y replantearnos
nuestro lugar en el universo.
Microbial habitability of Icy Worlds. John C. Psiscu and Kevin P. Hand. Microbe. Volume 7, Number 4, 2012
esta muy bonito pero hay que tratar de ser mas conciso
ResponderBorrarbesos!!
Ok, gracias Valeria, creo que me viajé demasiado con esta lectura, intentaré ser más consiso en las siguientes. Saludos!!
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