martes, 27 de agosto de 2013

2. MUNDOS CONGELADOS. DANIEL MURO

BIOLOGÍA DE PROCARIONTES 5013                                                                   
PROFESORA: VALERIA SOUZA SALDÍVAR
ALUMNO: MURO GONZÁLEZ DANIEL BRANDON

HABITABILIDAD MICROBIANA EN MUNDOS CONGELADOS

Se cree que la vida en la Tierra surgió a partir de una afortunada serie de reacciones químicas, dando a luz a microorganismos de estructuras simples que fueron evolucionando con el tiempo. Los principales elementos que componen la vida son el Carbono, Hidrógeno, Oxígeno, Nitrógeno, Fósforo y Azufre, y para que estos pudieran reaccionar y formar compuestos orgánicos, se necesitó de un medio acuoso, como el agua de los océanos, que actuara como disolvente entre las moléculas. También fue indispensable una fuente de energía que permitiera intercambios entre gradientes energéticos para que naciera el potencial metabólico. Esta parece ser la receta básica para la vida: Agua, ciertos elementos químicos y energía. Lo cual hace que nos planteemos la siguiente interrogante: Si los ingredientes para la vida son tan abundantes en el universo, ¿La vida podría ser universal? Esta cuestión ha mantenido a cientos de científicos ocupados en una insaciable búsqueda por encontrar rastros de vida más allá de nuestro planeta. A medida que avanza la tecnología, se tienen cada vez mejores técnicas y herramientas para saber qué planetas podrían albergar vida. Sin duda alguna, las siguientes décadas serán sumamente emocionantes para la búsqueda de vida en el universo.  

Además de las tres primeras condiciones que deben existir para que se origine la vida, también se deben considerar otros factores importantes, como el dinamismo del agua, temperatura, radiación, pH, salinidad y la estabilidad temporal del clima. También debe existir un desequilibrio energético en el ambiente para que se den reacciones catalizadoras, y disponibilidad de energía libre para que el metabolismo, reparación, crecimiento y reproducción puedan ocurrir. La NASA sigue estas pistas para determinar si un planeta puede ser habitable o no.

Dentro de los principales candidatos que podrían albergar vida en nuestro sistema solar se encuentran varias lunas de Júpiter y Saturno, como Europa, Ganímedes y Encélado. Si bien estas lunas están totalmente cubiertas de hielo, se cree que poseen grandes océanos bajo sus superficies que podrían contener mucho más volumen de agua líquida que la Tierra. Europa es quizá la que posee el mayor potencial para albergar vida, ya que contiene un lecho marino que podría proveer de energía y elementos necesarios para el metabolismo microbiano.

Europa tiene casi la misma edad que la Tierra y se cree que ha conservado su océano  a lo largo de todo este tiempo. La capa de hielo superficial tiene entre 5 y 15 kilómetros de grosor, y la temperatura del agua bajo su superficie podría llegar a alcanzar los -20 °C o incluso estar más cerca del punto de fusión con la presencia de ciertas sales. La presión, a pesar de ser un océano de 100km de profundidad, no es tan grande debido a que sólo posee un séptimo de la gravedad posee tiene la tierra.

El espectro de mapeo infrarrojo del satélite Galileo lanzado hacia Júpiter en 1989 detectó moléculas de sulfato hidratado que constituyen hasta el 90% de la cantidad de moléculas que abundan en ciertas regiones de la superficie de Europa. Posee dióxido de azufre y un ciclo del azufre que lo hace aún mejor candidato para albergar vida, debido a que los compuestos oxidados de azufre son elementos esenciales para el metabolismo celular. La unión entre los oxidantes de su superficie con el lecho hidrotermal reductor podría ser la clave para su habitabilidad. En base a la escasez de cráteres de meteoritos en su capa de hielo, se le puede considerar como geológicamente joven, haciendo razonable el intercambio de compuestos entre la capa de hielo y el océano. Cuando Europa era joven, los fluidos hidrotermales liberaban compuestos químicos orgánicos cargados de energía como los encontrados en algunos ecosistemas microbacterianos de la Tierra que reducen el azufre. Estas reacciones pudieron haber sido capaces de producir miles de millones de toneladas de biomasa a lo largo de toda su historia.

También se sabe que en la Tierra existen microorganismos capaces de sobrevivir a ambientes parecidos a los de Europa, como en el caso de las bacterias que habitan en lagos atrapados bajo varios kilómetros de hielo en la Antártida, que llevan aisladas de la superficie millones de años y continúan alimentándose de los nutrientes de las rocas del fondo, en lugares en donde antes se creía imposible que pudiera existir vida.

Actualmente la Nasa está contemplando la planeación de algunas misiones a Europa y en las próximas décadas se podrían mandar robots a investigar más acerca de la composición de la superficie y las condiciones de su océano. El descubrimiento de vida fuera de la Tierra causaría un gran impacto  en la ciencia y la sociedad, nos daría una visión más amplia sobre los mecanismos de interacción de los microorganismos con el entorno y podría ayudar a comprender mejor el origen de la vida en nuestro planeta. Dentro de la sociedad, así como la teoría heliocéntrica destronó a la Tierra como el centro del universo, el descubrimiento de vida fuera de la Tierra nos haría reflexionar y replantearnos nuestro lugar en el universo.

Microbial habitability of Icy Worlds. John C. Psiscu and Kevin P. Hand. Microbe. Volume 7, Number 4, 2012

2 comentarios:

  1. esta muy bonito pero hay que tratar de ser mas conciso
    besos!!

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  2. Ok, gracias Valeria, creo que me viajé demasiado con esta lectura, intentaré ser más consiso en las siguientes. Saludos!!

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