jueves, 14 de noviembre de 2013

Roberto Velasco González

Reconstructing the Tree of Life.

Se sabe que todos venimos de un ancestro en común, que a partir de el todas las especies y seres vivos del mundo surgimos y que por lo tanto en un tiempo muy remoto, todos estuvimos emparentados, como en un árbol genealógico familiar, pero a escalas mucho mayores.

El hombre ha tratado de reconstruir este árbol, saber en qué momento de diversificaron dos especies, en que momento dos iguales se volvieron diferentes, y se piensa que todo se fue dando a través de mutaciones que se pasaron de generación en generación hasta que la diferencia entre dos seres vivos fue tan grande que se dieron nuevas especies, embargo, esta no es la una forma posible en que se pudo generar una diversidad génica y a la larga, especiación.

La transferencia horizontal de genes (LGT) es un mecanismo por el cual microorganismos intercambian genes entre si y esto crea diversidad, la LTG es una fuerza muy despreciada en la evolución, sin embargo, realmente juega un papel muy importante.

En un principio se pensó que la LTG solo se daba entre células procariontes, sin embargo se ha visto que también puede darse entre células eucariontes y procariontes.

Este intercambio génico no siempre significa una ventaja con respecto a la antigua configuración genética que poseía el ser vivo antes de la LTG, sin embargo, si representa una  nueva diversidad lo que nos supone que juega un papel importante como fuerza evolutiva.

Aun así, muchas de las veces la LTG si otorga una ventaja para su mejor supervivencia, como poder habitar otro nicho ecológico, ya sea permitiéndole soportar ciertas condiciones nuevas o permitiéndole conseguir alimento más eficientemente o de nuevas fuentes.


Como podemos ver, la LTG es una gran fuerza de diversidad y evolutiva, por lo que de ahora en adelante sería conveniente el tomarla en cuenta y en base a ello tratar de generar una nueva concepción del Árbol de la Vida.

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