martes, 24 de septiembre de 2013

13. MICROBIOMA TERRESTRE. DANIEL MURO

BIOLOGÍA DE PROCARIONTES 5013
PROFESORA: VALERIA SOUZA SALDÍVAR
ALUMNO: MURO GONZÁLEZ DANIEL BRANDON

MODELANDO EL MICROBIOMA TERRESTRE

Existe tal diversidad de microorganismos en el mundo, que clasificarlos se vuelve una tarea ardua y complicada, pero a la vez ineludible y necesaria si queremos comprender mejor el  importantísimo papel que desempeñan en los ecosistemas, así como el impacto que sus metabolismos tienen no sólo a nivel local, sino global, ya que estos tuvieron la capacidad de modificar completamente la proporción de elementos que conforman la atmósfera, y por ende, el paisaje y las características de esta.

Es por eso que ha surgido el Proyecto del Microbioma Terrestre (EMP, en inglés) cuyo fin es el de impulsar una iniciativa de colaboración para crear múltiples bases de datos que puedan describir a los microorganismos desde una amplia gama de ecosistemas. Uno de los objetivos principales de este proyecto, es generar la secuencia genómica de 10,000  muestras ambientales de 16S  rDNA que llevará a la secuenciación de 15 trillones de pares base de una diversa colección de ecosistemas microbianos, permitiendo hacer comparaciones de ecosistemas de un lado a otro del planeta.

Otra meta fundamental del proyecto es la de poder desarrollar un modelo matemático de los ecosistemas que logre predecir desde la dinámica a nivel intracelular, hasta nivel regional o global. Esta dinámica involucran redes variables e interacciones biológicas, químicas y físicas en sistemas superpuestos de algoritmos, que logren describir estas relaciones, para que se puede predecir, por ejemplo, la alteración de una variable, a partir del cambio de otra variable diferente.

Estos modelos empezarían por describir los ecosistemas marítimos, ya que el continuo flujo de corrientes y la relativa mixtura de esta, hace más fácil predecir las interacciones entre microorganismos, al contrario de ecosistemas terrestres, en donde la naturaleza estática de los sistemas terrestres sugieren que las predicciones van a diferir en gran medida, entre un ecosistema y otro, incluso si estos se encuentran a 2 metros de distancia, por ejemplo.

De lo que se trata es de dejar atrás el ineficiente enfoque que se tiene de definir a una comunidad microbiana basándose únicamente en algunas muestras tomadas, porque este acercamiento ofrece una limitada evaluación sin un plan de manejo de datos bien definido. Para hacer esas mediciones más útiles, es necesario hacer comparaciones más amplis y usar modelos que refinen los esfuerzos de muestreo.

MODELIND THE EARTH MICROBIOME; JACK A. GILBERT AND FOLKER MEYER; MICROBE, VOLUME 7, NUMBER 2, 2012.

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