martes, 24 de septiembre de 2013

Reinhard E. Matadamas Bárcena


Microbios: presentes en todo

Conforme el pasar del tiempo, los seres humanos hemos descubierto nuevo conocimiento que nos permite tener una explicación más aproximada del mundo que nos rodea. De vez en cuando surge un científico valiente, que incluso poniendo su reputación en riesgo, se ha atrevido a enunciar teorías muy revolucionarias para su época y gracias a ellos se han iniciado grandes avances en la ciencia moderna; cuando Louis Pasteur propuso la Teoría germinal de las enfermedades infecciosas, fue muy difícil de creer para muchos y sólo con el pasar del tiempo y tras rigurosas pruebas fue aceptada. Pasteur propicio el inicio de la microbiología.
Actualmente, entre los más reconocidos microbiólogos se gesta la idea de que todos los macrorganismos, plantas, animales, seres humanos, etc. mantenemos una relación simbiótica y en parte somos dependientes de millones de bacterias que habitan a nuestro alrededor; no podemos funcionar aislados.
Sin embargo obtener las pruebas suficientes  y necesarias para que esta teoría sea aceptada es una larga y ardua tarea. Hace no mucho tiempo, los microbiólogos se habían enfrentado al problema de poder identificar y clasificar a los microbios, porque las técnicas de cultivo que se tenían no eran adecuadas y la mayoría de los microbios no pueden ser cultivados en laboratorio. Pero ahora, gracias al vertiginoso avance de la ciencia, se pueden analizar desde su nicho original, facilitando su análisis.
Pero siempre con mayor conocimiento vienen más preguntas. Ahora, ¿Cuál es la dirección que debe tomar la investigación?, ¿Cuál es la mejor manera de estudiar los microbios?. Las comunidades científicas tratan de dar respuesta a estas preguntas, cada quien a su manera. Algunos tratan de establecer especies por taxonomía, otros por filogenética; unos tratan de establecer parentesco con la técnica del 16s ribosomal RNA (el método usado por Woese para determinar los dominios) y otros sugieren que la mejor manera es a través de los metagenómas.
Sin duda pareciera que todas estas técnicas y formas de investigar se contraponen unas con otras, pero no es así. En un campo como lo es la microbiología, donde hay demasiados objetos de estudio y cada vez se requieren herramientas más precisas, donde todavía está en sus inicios, cualquier avance es muy útil y la comprensión (en su mayoría) de toso los microbios que nos rodean es una tarea que requiere del apoyo de todas las comunidades científicas alrededor del mundo.

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