Sallie W. Chisholm
Siendo el autor del artículo la persona quien descubrió a
este organismo, narra los hechos de sus investigaciones con un entusiasmo que a
cualquiera enreda en el encanto del Prochlorococcus.
Prochlorococcus es una pequeña planta unicelular que hace parte importante
en la fotosíntesis del planeta, siendo el océano su habitad natural.
El autor maneja la fotosíntesis como parte esencial de la
vida, diciendo que “toda la vida proviene de la fotosíntesis”, es natural su
expresión después de investigar a la Prochlorococcus
hace 27 años, ¿Pero que tiene este organismo que lo hace tan especial?
Quizá sea la manera en que fue descubierta, siendo en primer lugar ignorada
y confundida con la Synechococcus. Ahora sabemos que la mitad de la fotosíntesis
en el mundo se hace por el fitoplancton en los océanos y que Prochlorococcus es el más pequeño y abunde miembro de ese grupo.
En la década de 1970 los avances en la microscopia revelo
que los océanos están repletos de células fotosintéticas incluso más pequeñas,
alrededor de 1 metro de diámetro y 10 veces más abundantes que el fitoplancton.
El descubrimiento
de Prochlorococcus se dio a través de
un laser para estudiar los pigmentos y propiedades de dispersión de la luz de
los microbios en el agua de mar, donde se tuvieron señales de la presencia de
células color verde, siendo estas señales más evidentes en zonas más profundas,
donde las células podrían necesitar más pigmento para cosechar la disminución
de la luz del sol, es decir, había presencia de microbios fotosintéticos.
Tras un estudio en laboratorio se obtuvo que dicho
organismo contiene clorofila b, un pigmento que se encuentra típicamente en
plantas verdes. Pero sin duda la característica más importante es que su
estructura tenía un parecido con los cloroplastos
De ser esto verdadero, la incógnita ahora era, si existía
una relación entre ambos organismos. La relación entre los organismos podría
ser medido mediante la comparación de las secuencias de ADN de genes que son
compartidos universalmente a través de todos los seres vivos, de esta manera
podríamos saber si el Prochlorococcus
comparte un ancestro en común con los cloroplastos de plantas superiores, sin embargo
después de las investigaciones se concluyo de que no comparten antepasado en
común.
Secuenciando sus genes para desarrollar un árbol
genealógico, se demostró que sus cepas podrían agruparse en dos grupos los de
alta y de baja iluminación. Las cepas defieren no solo en su temperatura, sino
también en su capacidad para utilizar N y P.
Tomando en cuenta que existen 100 millones de células en
un litro de agua de mar, y considerando que estas células también contiene
clorofila b, se concluye que crecen por día obteniendo la energía del sol y en
la noche se dividen en dos, para cada célula que se produce, hay otro que es
comido por células pequeñas que deben depender de otros para su alimentación.
Toda esta información se obtuvo al buscar conjuntos de Synechococcus, sin emabrgo, nunca se esperaron los investigadores con encontrarse con
un organismo tan impresionante y lleno de interrogantes como lo es Prochlorococcus, esto me lleva a pensar en
todos esos caminos que de manera espontanea conduce la Ciencia, siempre estamos
en búsqueda de respuestas, pero casi nunca tomamos en cuenta que quizá en la
esa búsqueda encontremos otro camino que nos produzca más interrogantes, como
en el caso de este organismo al autor.
Fernanda
Jacqueline Jasso Cerón
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