martes, 24 de septiembre de 2013

Unveiling Prochlorococcus

Sallie W. Chisholm

Siendo el autor del artículo la persona quien descubrió a este organismo, narra los hechos de sus investigaciones con un entusiasmo que a cualquiera enreda en el encanto del Prochlorococcus.

Prochlorococcus es una pequeña planta unicelular que hace parte importante en la fotosíntesis del planeta, siendo el océano su habitad natural.

El autor maneja la fotosíntesis como parte esencial de la vida, diciendo que “toda la vida proviene de la fotosíntesis”, es natural su expresión después de investigar a la Prochlorococcus hace 27 años, ¿Pero que tiene este organismo que lo hace tan especial?
Quizá sea la manera en que fue descubierta, siendo en primer lugar ignorada y confundida con la Synechococcus.  Ahora sabemos que la mitad de la fotosíntesis en el mundo se hace por el fitoplancton en los océanos y que Prochlorococcus  es el más pequeño y abunde miembro de ese grupo.

En la década de 1970 los avances en la microscopia revelo que los océanos están repletos de células fotosintéticas incluso más pequeñas, alrededor de 1 metro de diámetro y 10 veces más abundantes que el fitoplancton.

 El descubrimiento de Prochlorococcus se dio a través de un laser para estudiar los pigmentos y propiedades de dispersión de la luz de los microbios en el agua de mar, donde se tuvieron señales de la presencia de células color verde, siendo estas señales más evidentes en zonas más profundas, donde las células podrían necesitar más pigmento para cosechar la disminución de la luz del sol, es decir, había presencia de microbios fotosintéticos.

Tras un estudio en laboratorio se obtuvo que dicho organismo contiene clorofila b, un pigmento que se encuentra típicamente en plantas verdes. Pero sin duda la característica más importante es que su estructura tenía un parecido con los cloroplastos

De ser esto verdadero, la incógnita ahora era, si existía una relación entre ambos organismos. La relación entre los organismos podría ser medido mediante la comparación de las secuencias de ADN de genes que son compartidos universalmente a través de todos los seres vivos, de esta manera podríamos saber si el Prochlorococcus comparte un ancestro en común con los cloroplastos de plantas superiores, sin embargo después de las investigaciones se concluyo de que no comparten antepasado en común.

Secuenciando sus genes para desarrollar un árbol genealógico, se demostró que sus cepas podrían agruparse en dos grupos los de alta y de baja iluminación. Las cepas defieren no solo en su temperatura, sino también en su capacidad para utilizar N y P.

Tomando en cuenta que existen 100 millones de células en un litro de agua de mar, y considerando que estas células también contiene clorofila b, se concluye que crecen por día obteniendo la energía del sol y en la noche se dividen en dos, para cada célula que se produce, hay otro que es comido por células pequeñas que deben depender de otros para su alimentación.

Toda esta información se obtuvo al buscar conjuntos de Synechococcus, sin emabrgo, nunca se esperaron los investigadores con encontrarse con un organismo tan impresionante y lleno de interrogantes como lo es Prochlorococcus, esto me lleva a pensar en todos esos caminos que de manera espontanea conduce la Ciencia, siempre estamos en búsqueda de respuestas, pero casi nunca tomamos en cuenta que quizá en la esa búsqueda encontremos otro camino que nos produzca más interrogantes, como en el caso de este organismo al autor.

Fernanda Jacqueline Jasso Cerón

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