lunes, 23 de septiembre de 2013

7. SINTROPÍA. DANIEL MURO

BIOLOGÍA DE PROCARIONTES 5013
PROFESORA: VALERIA SOUZA SALDÍVAR
ALUMNO: MURO GONZÁLEZ DANIEL BRANDON

SINTROPÍA MICROBIANA: COOPERACIÓN BIOQUÍMICA A NIVEL DE ECOSISTEMAS

El artículo puede separarse en dos temas principales: uno que me resultó bastante interesante, la sintropía en microorganismos, y otro que en mi opinión es un disparate absoluto que no refleja la seriedad que debería tener un artículo escrito por un posdoctorado y dos profesores de la UCLA y la OU; La alteración de la sintropía.

Los microorganismos sintrópicos son aquellos que interaccionan con un vínculo de compañerismo, acoplando sus metabolismos, para que cada molécula producida por uno, sea comida por otro y de esta manera reciclar la mayor cantidad de nutrientes, aprovechando la energía al máximo. Se cree que logran ser tan eficientes en conjunto ya que utilizan diferentes métodos de acoplamiento, como la transferencia de electrones inversa, una técnica respiratoria especializada en generar un proceso redox termodinámicamente desfavorable, o la transferencia de electrones directa, que implica el uso de pilus o nano cables.

Las bacterias sintrópicas son esenciales para el ciclo del carbono, ya que estas degradan los compuestos orgánicos, como polisacáridos, proteínas, ácidos nucleicos y lípidos, a dióxido de carbono y metano, siendo estas las responsables del 70% de los depósitos de petróleo en el mundo, al degradar también los compuestos de los sedimentos marinos.

 En el artículo también se plantea la controversia de cómo estos microorganismos son capaces de comunicarse entre sí para poder coordinarse y ser tan eficientes como comunidad, cualidad que no puede reproducirse en un cultivo de laboratorio ya que los mircroorganismos se comportan de una manera distinta cuando se encuentran solos, y sus genes se expresan  diferente para metabolizar otras cosas. Existen diferentes teorías respecto a esta comunicación que van desde señalización Quórum, factores sigma e incluso señales a través de flagelos, como se ha visto que se comunican algunos microorganismos, sin embargo, la esencia de esta comunicación sigue siendo un misterio.

En la segunda parte, que trata acerca de la alteración y manipulación de los microorganismos sintrópicos, se plantea que se esperan comprender mejor estos procesos sintrópicos ya que esto mejoraría nuestro entendimiento del flujo de masa y energía en los hábitats naturales, y serviría para tener un mejor control sobre la degradación de desechos, para optimizar el tratamiento de aguas residuales, y para lograr convertir energías renovables en metano. (Cabe mencionar que este trabajo fue apoyado por el departamento de energía de E.U.A y creo que esto influenció en gran medida las aplicaciones y soluciones que se dan en el artículo.) En lo personal, no creo que esto sea una buena idea, ya que el metano es un gas invernadero 25 veces más potente que el CO2, y si bien las bacterias liberan grandes cantidades de esta molécula a la atmósfera, estos ciclos están perfectamente bien regulados, y empezar a liberar aún más CH4 a la atmósfera podría ocasionar un impacto ambiental negativo que aceleraría el calentamiento global. El metano y la actividad metanogénica de las bacterias fueron esenciales para calentar el planeta en otras épocas, sin embargo, incrementar su acumulación en la atmósfera en nuestra época podría acarrear consecuencias devastadoras.

También se me hace contradictorio y de muy mala fé, que sostengan que la tundra y los pantanos son los responsables del 20% al 40% del total de emisiones globales de metano hacia la atmósfera, y proponen como una posible solución a este “problema”, alterar el metabolismo sintrópico de los microorganismos que degradan CH4 en estos lugares para reducir las emisiones de metano. Esto se me hace una locura absoluta, ya que este es un ciclo natural bien regulado y como bien lo mencionan en el artículo, los ciclos están acoplados y estrechamente relacionados unos con otros, por lo que al alterar este ciclo, también podríamos alterar otros ciclos que aún no comprendemos bien.

Además, la autora está omitiendo información muy importante con respecto a las emisiones de metano, ya que no habla del otro 70% del total de emisiones, ni menciona que nosotros somos los principales responsables del incremento de esta y otras moléculas en la atmósfera debido a la explotación desmedida de los recursos naturales, y principalmente a la crianza de ganado para el consumo humano. Las vacas generan una cantidad bastante impresionante de metano, y la liberación de CH4 aumenta conforme incrementa la demanda de productos de origen vacuno.

Creo que en lugar de pensar en ir a destruir el 10% de los ecosistemas bien equilibrados de la Tierra que existen desde mucho antes de que nosotros existiéramos, deberíamos de preocuparnos por regular el impacto ambiental generado por las actividades humanas, que liberan mucho más CH4 que todos los humedales de la Tierra juntos, y plantearnos soluciones “realistas”.


Microbial Syntrophy: Ecosistem-Level Biochemical Cooperation. Michael J. McInerney, Jessica R. Sieber, and Robert P. Gunsalus. Microbe, Volume 6, Number 11, 2011.

1 comentario:

  1. Alucinante. Así es como se aprecia el flow y es posible creer en la teoría del todo.

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